Sobre mi

¡Hola, soy Alein! Vivo en Colombia aunque usualmente permanezco en los mundos de diversos libros, y ahora, he decidido comentar aquellos libros, dementes, de los que se llevan tu cordura por momentos y que, al tiempo, son muestras de mentes maravillosas. ¿Quieres acompañarme? Azul. Los mejores libros son para mí, aquellos que te hacen cuestionar la realidad, tu vida, tu futuro. The 1975. París. Come-libros profesional. Homo sum, humani nihil a me alienum puto. Escritora de versos. Fotógrafa aficionada. Palomitas dulces. Helado de cereza y pistacho. Afortunada de tener una variedad de tipografía para escribiros, pues mi letra real es tan legible como los jeroglíficos. ¡Saludos marcianos!

Reseña: A dos metros de ti -Película





Las historias de amor trágicas y dramáticas son las que más resuenan hacia los últimos años, puesto que, son las que más dejan marca. Cuando veo películas me inclino hacia películas de acción, aventura, comedia, intriga e incluso documentales -afición muy reciente- y desplazo las anheladas románticas a espacios para compartir con otros o espacios donde nada captura mi atención. Ha sido difícil para mí encontrar películas románticas que compartan mi visión del amor en la vida y debido a que la mayoría me parecen empalagosas las evito. Por ello, encontrarse con historias románticas que presentan el amor en sus diferentes facetas y con sus diferentes matices, llama potencialmente mi atención. 



A dos metros de ti es una película emocional dirigida por Justin Baldoni que busca presentarnos el nacimiento y desarrollo de una historia de amor entre dos adolescentes, que entre muchas cosas es poco posible.

En casi dos horas Baldoni nos presenta una historia fascinante, emotiva, impactante, dulce y reflexiva, la vida de dos chicos, Stella y Will, que con una vida condicionada por la Fibrosis Quística -enfermedad pulmonar que les hace excesivamente vulnerables a germenes y bacterias- se enfrentan contra todo pronóstico a los riesgos de su enfermedad para vivir su amor.

Si estar enfermo es de por si para ellos un problema que les impide realizar cosas de forma común, enamorarse y no poder estar juntos es mucho peor, aunque han encontrado una manera, pueden permanecer juntos en una misma habitación, manteniendo una distancia de separación entre ambos de dos metros.

La película me ha emocionado tanto que he llorado en un par de veces, y es que, me encanta la forma en la cual, ha logrado capturar la fragilidad del amor. La película muestra que el amor en sí, cualquier forma de amor -de pareja, de familia, de amistad- es difícil, y que estar enamorado es como estar surfeando en el océano, a la deriva de los oleajes, que vienen y van, a veces con altas dimensiones y otras, con poca altura y escasa fuerza.

El amor que muestra y enseña la película es un amor rosa, sí, en su mayoría, pero también es un amor doloroso, un amor ansioso, un amor cobarde y un amor valeroso. La historia de Stella y de Will se vuelve poco a poco tan sólida que atrapa a cualquier jóven, adulto, señor o señora que la presencia y en ello la calidad actoral y dirección que se le ha dado a la cinta juega un papel importantísimo, ¡es que Haley Lu Richardson se ha robado todas las luces! Aunque Cole no se queda atrás, por supuesto, pero su papel no es tan distinto al que ya realiza en Riverdale, lo que lo hace un poco más serio y misterioso.

La película tiene la capacidad de hacerte ver lo verdaderamente importante de las relaciones y a comprometerte a cuidarlo porque en cualquier momento puedes perderlo. Lamento ser tan vaga con mis referencias a la cinta, pero es que la película es tan poderosa y contiene tantos temas de los cuales hablar que sería imposible hablar de ellos sin arruinarla, y no me perdonaría haceros aquello, cuando vale la pena disfrutarla al 100%.

Admito que presencié muchísimas similitudes de la película con otras cintas que van por la misma línea como bajo la misma estrella o todo-todo, aparte del hecho de que los amores tras enfermedades difíciles y enredos hospitalarios con probabilidades de supervivencia imposibles se ha proliferado, la película guarda similitudes con estas en su argumento, en su predictibilidad, en sus interacciones cursis. Este es un punto a favor para los productores, pues al ver el gran éxito que este tipo de historias han generado en taquilla apostarle a otra en el mismo camino es ganancia, así como lo es para la audiencia, fanática o seguidora de este tipo de entretenimiento, pues si lo que esperan es amor con mucho drama y penurias no saldrán para nada defraudados de las salas de cine.  Sin embargo, es un aspecto que le resta puntos en cuanto a originalidad, novedad o narración inesperada.

No obstante, la película se las arregla para capturarte y enredarte en su drama, finalmente transmitiendo las emociones, preocupaciones y frustraciones de sus personajes y emocionándote a aventurarte a amar, quebrar barreras, romper los miedos y disfrutar aquél camino lleno de subidas y bajadas. Conservando su esencia y propósito desde el inicio hasta el final.


Otro aspecto que me incomodó un poco, ha sido la forma en la cual está grabada, en ocasiones me mareé por los cambios bruscos en los planos o el movimiento constante de la cámara, que me hizo desconectarme un poco al inicio. Sin embargo uno termina por acostumbrarse y por concentrarse en aquello por lo cual ha decidido verla, lo verdaderamente importante.

Tocar a nuestros seres queridos, expresar gestualmente y no verbalmente nuestro afecto, nuestra emoción es algo que podemos asumir como natural o común, al punto de que a veces le quitamos el mérito que tiene en la formación de vínculos, en el estrechar los lazos, en la unión más directa, más sentida, donde a veces sobran las palabras ¿pero cómo se vive el amor sin los besos, sin los abrazos o sin los pequeños roces?  Valorar aquellas pequeñas cosas es algo que me llevo de esta cinta, la oportunidad de vivir el amor como un riesgo y la oportunidad de encontrar el amor en las cosas más simples, como las sonrisas o los silencios.

La película en general es una película dirigida a un público adolescente, que puede parecer mostrar un ideal de amor un tanto desconectado del que se vive a diario, así como un poco empalagoso, pero que a crece poco a poco, que se consolida, que se descubre y que se fortalece a medida que avanzan los minutos, los encuentros y los ratos compartidos, por lo que vale realmente la pena ser vista por muchos de los valerosos románticos, que han encontrado en el amor la mejor aventura de su vida.
Finalmente, recomiendo la película para aquellos que desean observar un poco -mucho- de drama, emocionalidad, sensibilidad, dolor, desesperanza, alegría y amor, amor y mucho amor.

Esta película me ha recordado lo valioso que es vivir cada momento de tu vida como si fuese el último y a aprovechar cada instante haciendo lo que queremos porque en cualquier otro segundo podemos perder la oportunidad ¿Qué les deja a ustedes?