Reseña: La Nave Eterna - Francesca Haig

Autor:  Francesca Haig Editorial: MINOTAURO Páginas: 432  Año publicación original: 2018  Palabras clave: Ciencia Ficción, Ficción, Fantasía, Ficción Distópica

Hace cuatrocientos años, una explosión nuclear asoló la Tierra. Ahora, la lluvia radiactiva ha cesado y la civilización humana se recupera, pero por alguna desconocida razón todos los alumbramientos son de gemelos. En cada uno nace un alfa, físicamente perfecto, y un omega, marcado con alguna deformidad.

Por mandato del Consejo, los omegas viven marginados en asentamientos aislados, mientras que los alfas se benefician en el reparto de los recursos. Sin embargo, a pesar de su proclamada superioridad, los alfas no pueden escapar a su destino: cuando un gemelo muere, también lo hace el otro.
Cass y Zach son dos gemelos físicamente perfectos; no tienen ninguna deformidad aparente. Pero Cass tiene un secreto y Zach no descansará hasta sacarlo a la luz. Ambos tienen en sus manos el poder para cambiar el mundo, pero uno deberá vencer al otro para ver su visión del futuro convertida en realidad. Si no tienen cuidado, los dos podrían morir en su lucha por el poder.

"Soy todo lo que temes que sea. Pero eso no significa que sea solo eso"

El ansiado desenlace de la historia de Cass y por su puesto, la de su gemelo, Zach. En esta última entrega Haig vuelve a sorprender resolviendo finalmente todas las dudas sobre este mundo que tan agitado y con la advertencia de su aparente destrucción recorría caminos desesperados para recuperarse y mantenerse a flote, antes de consumirse por las llamas.

En este libro, Cass hace todo lo posible para evitar que sus pesadillas y casi premoniciones se hagan realidad, de la mano de un nuevo aliado y un grupo de buenos amigos, pone todo su empeño en encontrar el camino menos dañino para todos, especialmente ahora que se han dado cuenta de la existencia de vida más allá de las fronteras marítimas y a pesar de que todas las salidas pongan al límite su instinto de supervivencia.

Una forma amena, intrigante e instigadora a imaginar el mundo humano al borde de la devastación, originada por un solo culpable: el mismo hombre. Es que la manera que tiene Haig para extrapolar y amalgamar en una historia los conflictos más primitivos y propios de la especie humana es sinceramente admirable. ¿Es qué acaso no depende de nosotros mismos garantizar nuestra propia existencia? Haig pareciera mostrarnos en este libro, que en lugar de buscar causas externas a nuestras desdichas deberíamos de evaluarnos primero y descubrir si acaso nuestras decisiones y acciones fueron lo que nos llevaron a la situación actual, favorable o desfavorable.


Así pues, Cass se encuentra en un momento definitivo, en una lucha contra la idea arraigada de la perfección, que ha generado una gran cantidad de muestras crueles y violentas, y que para superarla, exige a Cass elegir entre dos opciones malas, la menos dañina. Y mientras se descubre, sortear una gran cantidad de eventos a la vanguardia de precipitar el final.

Haig consigue en este libro resolver la gran cantidad de dudas que surgieron en los anteriores, pero con gran sutileza y astucia, puesto que, si bien se las arregla para explicar más el panorama de la deflagración y mundo actual, al igual que sucede en la vida, lo hace de manera discreta, de forma tan sutil que los secretos se descubren al lector al mismo instante que para los personajes, y se integra al curso de la historia de tal modo que finalmente el lector conoce todo lo ocurrido sin haber notado el momento en que lo ha adquirido.

En esta entrega la autora parece querer narrar los sucesos y hechos de una forma menos personal, pero que no se aleja de la cercanía que ya había creado entre los personajes y los lectores y que por otra parte, le permite presentar sucesos terribles como las acciones de la guerra, con sus masacres y ataques violentos sin ser demasiado explícita o excesiva. Además, la historia está tan bien trabajada, que en ningún momento aparenta cambios bruscos y forzados, por lo que lleva a los lectores en su ritmo, al son de su propia melodía, sin recaer en la lentitud o sin atosigarlo con un final cargado de revelaciones.

Los personajes siguen fortaleciéndose a lo largo de la trama y resulta agradable ver su crecimiento individual, los modos que cada uno tiene para enfrentarse a un mismo evento. Realmente me quedo con la capacidad de la autora -y por supuesto de la historia- para presentar sujetos donde convergen virtudes y defectos, así como para hacer de circunstancias tan dolorosas una muestra de las capacidades humanas, de la motivación y del optimismo.

La trilogía en general es una muestra de que es posible la construcción de historias con coherencia y lógica sin caer en la excentricidad o recursos narrativos que destaquen la grandeza y elocuencia del autor. Sino que, con simplicidad, argumentos fuertes, un tema central llamativo, personajes robustos y escritura detallada se alcanza la intimidad, la inquietud, la revolución emocional y el impacto que la mayoría de lectores buscamos cuando iniciamos un libro.

Por ello, recomiendo la historia enteramente, porque hipnotiza y atrapa, llevando a los lectores por un camino de rebeldía, amor, comprensión, lucha, sorpresa, traición y esperanza que finalmente lo deja satisfecho. 

Cómo lo puntúo

¿Han leído la trilogía? ¿Qué les ha parecido el desenlace?