Reseña: Familia al instante - Película

Imaginar la vida de las familias que adoptan hijos suele ser una tarea compleja. Los sentimientos y pensamientos de los hijos, los pensamientos y sentimientos de los padres, la tarea de establecer vínculos fuertes entre todos, la capacidad para brindar apoyo y cariño a pequeños que por diversas situaciones se encuentran en hogares de acogida y que han empezado a comprender que el mundo no es del todo perfecto es algo difícil. 

Familia al instante es una hermosa película dirigida por Sean Anders que busca mostrarnos un pedacito de este panorama, la vida de una familia que como cualquier otra se construye, solo que con un paso inicial diferente para establecer los lazos de unión. Con casi dos horas de duración es una película que combina de forma excelente el drama y la comedia que se viven a diario con la llegada de los hijos al hogar, especialmente cuando son tres, junto con el agregado de la adopción y el mundo que se vive con ello.

La película cuenta la historia de Pete y Ellie, dos adultos en sus cuarenta años que después de una reflexión y una charla emotiva hacen su sueño realidad de hacerse padres cuando adoptan a tres hermanos, una de ellos adolescente. En este entramado se agregan una variedad de personajes muy pintorescos y característicos, desde un grupo de apoyo para padres adoptivos, las colaboradoras en el proceso de adopción, las peculiares abuelas y los hermosos niños. 

A simple vista puede parecer una película sosa, con una trama predecible y un argumento que busca llegar a la emotividad más que a la comedia, pero resulta ser totalmente diferente. La película es totalmente sorpresiva. Los actores tienen entre sí tal complicidad que llevan al espectador a adentrarse de lleno en la historia y comprender sus personalidades, sentimientos y pensamientos, incluso a identificarse con ellos en todo lo que les ocurre -aunque esto no solo es trabajo actoral, pero bueno-. 

La historia tiene tres momentos, la iniciativa de ser padres, la incursión en ser padres y la formalidad de la familia, pero se compagina de forma tan perfecta y maravillosa, que además de emocionar al espectador y  hacerlo reflexionar, es capaz de extraerle unas cuantas risas. TODAS LAS FAMILIAS se sentirán identificadas con la historia en algún momento, pues no es más que la tipicidad familiar lo que se experimenta en la cinta y aquello, junto con las situaciones hilarantes de la vida diaria, la vuelven espectacular. 

Me ha sorprendido demasiado el trasfondo de la película respecto al mundo de la adopción y la oportunidad de acercarnos al mismo desde la perspectiva de los padres candidatos así como desde la visión de los niños que están allí inmersos. Con tantos puntos que podría extenderme aquí casi que en función de ensayo, pero que sin lugar a dudas mueven vibras dentro de los que la vemos. 

Una película emotiva, graciosa, expresiva, comunicativa, que genera aquella satisfacción de haber empleado bien el tiempo en aquellos que dedicamos dos horas a observarla.  Aunque bien, asumo que se disfrutará mejor si se observa en lo posible sin pequeños que por su desarrollo, pueden no comprender aun la complejidad de lo que allí se presenta. 

Esta película sin duda alguna la repetiré varias veces. Pues suelo ser demasiado sensible con toda esta variedad de temas sociales. ¿Han tenido la oportunidad de verla? ¿Qué piensan al respecto?