Reseña: X-Men Dark Phoenix - Reseña
Cuando de superhéroes se trata, los famosos mutantes son quienes acaparan la mayor parte de mi atención. Sumergidos dentro de un universo más grande, son tan diversos, únicos e increíbles, que parecieran existir y tomar posición como unos de los más asombrosos personajes ficticios jamás creados -al menos desde mi punto de vista- Por ello, cuando me enteré de la continuación de la serie con Dark Phoenix o Fénix Oscura supe que sería de las primeras en la sala.
Dirigida por Simon Kinberg, Dark Phoenix nos cuenta la lucha de los X-men contra una de las más poderosas enemigas: Jean Gray -un poco bastante conocida-. Quien luego de sufrir un contratiempo en el espacio, retorna a la tierra perdiendo el control sobre sí misma y desencadenando una gran cantidad de situaciones en las que los queridos mutantes se verán comprometidos.
Buenos efectos para una pésima historia
El trailer, publicidad y primeros vistazos la hacían parecer una película prometedora, que sin embargo resulto no siendo tan buena -desde mi percepción-.

El énfasis en los problemas personales de uno de los personajes, una de las razones por las cuáles es similar a los humanos, es potente y bien desarrollado habría bastado, no obstante la película empieza por ahondar y darle peso a una gran variedad de eventos poco significativos, o aunque significativos, poco necesarios para la historia o superpuestos unos a otros, lo que la hace un poco saturada de dilemas y acontecimientos sobre los cuáles el público no sabe en qué se va a centrar. Es que, llega a la mitad sin aún conocerse la orientación de la historia, el curso, la meta o misión de los personajes.
Además, la película le apuesta por suscitar emociones en el público a través de relaciones entre los personajes que ni siquiera desde la película anterior se habían consolidado. Pasando a mostrar vínculos estrechos entre los protagonistas cuando hace una película apenas se conocían -y ni siquiera dando espacio a formarlo en la entrega- de modo que, la espera de establecer vínculos con el público se pierde por completo. Cosa que cabe aclarar: hace apenas una o dos películas anteriores es en las que se cambia la línea del tiempo del universo y se da ingreso a un elenco renovado, luego, el público se muestra reservado hacia ellos -por un buen trabajo de predecesores y porque siempre sucede con los cambios- y se mantiene a la expectativa para poder adaptarse. Entonces, esperar que súbitamente, a través de escenas vívidas y cruciales para la personalidad de los héroes los espectadores muestren afecto hacia los personajes o establezcan vínculos con ellos es de primera mano, caótico e ilógico.
Por ello la película se ve siendo ajeno a la sensibilidad que quisiera promover.
Esto por solo decir algunas cosas: La resolución de los problemas en la película es tan superficial, rápida y simplona, que parecería falto de sentido dotar de diez minutos una escena de batalla para resolverla en dos -por decir que es mucho-; La breve intervención de personajes fuertes; o la aparente necesidad de apresurar las cosas, hacen que la película se pierda en sí misma y no obtenga los resultados que la mayoría espera encontrar.
Finalmente, ¿Qué puedo decir? Dark Phoenix es una película que puede gustar a un público, que por el momento conoce poco de la saga, poco de los cómics, o que espera disfrutar de buenos efectos visuales, animación y acción en pantalla, pero no a un público fiel a la serie o caza teorías, demasiado gustoso de estas sagas de superhéroes -tal y cómo actualmente se vienen presentando-.
Me ha encantado la actuación realizada por el elenco, pero es una pena que la orientación de la película no me haya enganchado totalmente.
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