Sobre mi

¡Hola, soy Alein! Vivo en Colombia aunque usualmente permanezco en los mundos de diversos libros, y ahora, he decidido comentar aquellos libros, dementes, de los que se llevan tu cordura por momentos y que, al tiempo, son muestras de mentes maravillosas. ¿Quieres acompañarme? Azul. Los mejores libros son para mí, aquellos que te hacen cuestionar la realidad, tu vida, tu futuro. The 1975. París. Come-libros profesional. Homo sum, humani nihil a me alienum puto. Escritora de versos. Fotógrafa aficionada. Palomitas dulces. Helado de cereza y pistacho. Afortunada de tener una variedad de tipografía para escribiros, pues mi letra real es tan legible como los jeroglíficos. ¡Saludos marcianos!

Reseña: Atypical - Primera y Segunda temporada





Cuando imaginamos la vida de una persona con un trastorno del espectro autista escasas cosas acuden a nuestra cabeza. ¿Como ve el mundo? ¿Como siente? ¿Como piensa? Son preguntas que a veces no nos hacemos e incluso en ocasiones asumimos -como con la mayoría de personas- que divisan el mundo de forma similar -o mayormente igual- a nosotros.

Empecé Atypical esperando eso, encontrarme con una mirada diferente, darle una oportunidad a un tipo de series que por lo general no vería -soy mas de las de acción- y me enamoró.

Atypical es una serie que busca y va mas allá del estigma en el que usualmente se tienen a las personas con una condición neurológica y del desarrollo. Nos muestra la vida cotidiana de uno de ellos. Nos presenta la historia de un adolescente que vive su vida y experimenta lo que demás adolescentes experimentan solo que de una forma diferente.

Cabe aclarar que Sam tiene un diagnostico dentro del espectro autista de lo mas favorable, y aunque eso hace de su trato interpersonal y comunicación algo mas abierta a los demás no deja de hacer difícil para el y para otros relacionarse.

Este es un punto crucial de la serie, te enseña, te muestra la vida a través de la lente de Sam y a través de la lente de su familia y amigos, pero no para fomentar el prejuicio y los estereotipos de lastima y misericordia a los que muchas veces hacen alusión -sin necesidad de intención- la prensa y otros medios de comunicación, sino para ayudarte a comprender que una condición, que un diagnostico, que una enfermedad no te define y que se es antes persona que enfermo, que Sam es Sam primero y siempre antes que autista.

Además, lo que me gusta de esta serie es que no se centra totalmente en la vida de Sam dejando por fuera a otros personajes u otra cantidad de situaciones que ocurren en su mundo, sino que nos presenta la vida de cada uno con sus problemas, sus sentimientos y emociones ligadas a la vida de Sam y nos recuerda a muchas familias donde a veces la vida gira alrededor de una enfermedad y se olvida que hay mucho más que eso, que no solo se tiene un hijo por ejemplo, o que hay pocas oportunidades para encontrar el bienestar y se desaprovecha cuando solo te centras en lo malo.

Atypical combina muy bien una historia poderosa de cambio y aprendizaje con el humor y la ironía, de modo que te hace reír por unos treinta minutos que dura cada capitulo en promedio. Podría extenderme aquí hablando de cada personaje y buscando comprenderlo, pero me alargaría demasiado y se perdería toda la emoción por iniciar una serie que sin duda, todos, sin importar nada, deberían ver.

Llena de giros inesperados, romance y comedia, Atypical resume la vida de una familia típica y al mismo tiempo singular como lo es cualquier otra, recordándonos que todos vamos por allí siempre con particularidades y experiencias dignas de ser contadas y escuchadas.

Me muero por ver la tercera temporada y es que, ¡el hecho de que los capítulos sean cortos lo facilita todo! Yo solo quiero más contenido que ablande mi corazón y me haga reír con cosas simples.

¿Como resolver las cosas cuando al parecer todo ha empezado por quebrarse? ¿Cómo descubrirse cuando todo cambia? A la mejor y en la tercera temporada aprendemos ciertos puntos sobre cómo tomar mejores decisiones y cómo solucionar los problemas que se nos presentan sin perdernos en el intento.



Y ustedes ¿ya la vieron?