Sobre mi

¡Hola, soy Alein! Vivo en Colombia aunque usualmente permanezco en los mundos de diversos libros, y ahora, he decidido comentar aquellos libros, dementes, de los que se llevan tu cordura por momentos y que, al tiempo, son muestras de mentes maravillosas. ¿Quieres acompañarme? Azul. Los mejores libros son para mí, aquellos que te hacen cuestionar la realidad, tu vida, tu futuro. The 1975. París. Come-libros profesional. Homo sum, humani nihil a me alienum puto. Escritora de versos. Fotógrafa aficionada. Palomitas dulces. Helado de cereza y pistacho. Afortunada de tener una variedad de tipografía para escribiros, pues mi letra real es tan legible como los jeroglíficos. ¡Saludos marcianos!

Sobre Una Habitación propia - Virginia Woolf

Hace poco me encontré en una discusión interesante sobre un libro que no había leído: Una habitación propia de Virginia Woolf, un libro que para mí era nuevo, pero que en el mundo de la literatura parecía desde mi postura bastante discutido, en especial porque se suele asociar al feminismo. 

Después de una lectura a este ensayo encontré con tres puntos que extrañamente no encontré en la mayoría de las descripciones que me hacían de este texto y que para mí, son lo verdaderamente esencial del escrito, lo que me llevo del mismo. El primero: que el propósito del discurso es clamar la atención del ser humano, sensibilizar y movilizar. El segundo: que los verdaderos temas del texto son los roles de género y la escritura (aunque esta puede contenerse en el rol de género). Y tercero: que más allá de un llamado o asociación al feminismo, el texto debería estar relacionado con  un llamado a una revolución cognitiva, una revolución psicológica o de pensamiento. 

Expondré un poco lo que me hace llegar a tales conclusiones. 

Podríamos pensar que el texto gira en torno a la idea de las mujeres y la novela, porque fue el pedido que le hicieron para el debate y claramente varias veces hace referencia a ello. Sin embargo, si se observa desde un punto de vista más global, el tema la mujer y la novela es lo mismo que, las 500 libras al año y una habitación propia, así como es igual a decir rol de género y escritura. La autora puede parecer presentarnos en todo el texto las privaciones que ha tenido la mujer en su libertad por años, relatarnos la condición y la realidad detrás de la frase "ser mujer" y por este motivo podríamos pensar que nos habla únicamente de las mujeres, sin embargo, todo el tiempo la autora está reflexionando sobre hombres y mujeres por igual, basta ver las suficientes referencias sobre autores y condiciones de "ser hombre" que realiza. Y no solo eso, sino que todo el tiempo nos está presentando sentimientos, emociones, ideas y pensamientos, sentimientos de unos, sentimientos de otros, pensamientos sobre unos, pensamientos sobre otros, luego más allá de ser un texto sobre la mujer únicamente, es un texto sobre la humanidad completa. 

Ahora otro punto que me parece indescriptible y asombroso es que a primera vista podría parecer un texto que juzga, que se queja o que lamenta la situación que expone: la de las privaciones o pobreza de la mujer. Sin embargo no es así, pues la autora misma nos lo muestra cuando expone sus pensamientos sobre los sentimientos que muestran los hombres para con las mujeres cuando escriben sobre ellas y sobre los sentimientos que muestran las mujeres para con los hombres cuando escriben de ellos. Le sorprende el odio, la ira que a veces cavila detrás de esos escritos, se entristece de ello. Luego sería poco lógico que su propio texto al respecto exhortara a que se expresaran tales emociones. 

En realidad parece que la autora sólo muestra estas emociones disfrazadas en obras magistrales para enseñarnos la VALORIZACIÓN. La autora señala a ambos géneros por igual, les llama la atención sobre sus quejas, sobre sus preocupaciones. Nos señala lo poco apreciado que ha sido la labor de la mujer en la sociedad, no solo por los hombres sino por ellas mismas hacia sus madres, tías o abuelas; nos señala lo poco apreciada que ha sido la labor del escritor -predominantemente hombre- socialmente; ¿es indispensable escribir para vivir?; y nos señala lo poco apreciado que han sido los hombres para las mujeres y las mujeres para los hombres, incluso en la misma literatura, donde su único punto común pareciera ser la relación romántica entre ambos. 

Pero más allá de quedarse en estas señalizaciones y cavilaciones, lo que hace Virginia Woolf, es señalarnos que todos, todos nos hemos sentido en algún momento infravalorados. Nos muestra - bien sea porque este es su propósito o bien sea porqué es lo que yo vi en su texto- que la raíz de la que deriva el problema, la discusión o el debate sobre roles de género, la aparente oposición entre hombres y mujeres y la raíz de donde emana también la solución es: La valoralización de cada uno como individuo único y la valorización del otro como individuo. La apreciación del sí mismo y la apreciación del otro como ente distinto y diferente a mi.  

Aquí es donde se entiende su último capítulo y donde reside lo sustancial del libro, que no es solamente un llamado a un cambio social en cuanto a nuestras ideas sobre lo que "deberían ser y hacer un hombre y una mujer" sino un llamado social a dejar de socavar esas preguntas, a dejar de perder tiempo en disputas absurdas y guerras donde se sigue incrementando el desprecio de unos por otros, y en su lugar, preocuparnos por resaltar nuestro propio valor, nuestra unicidad y nuestra libertad para ser y expresarnos como somos en una realidad sin condiciones, sin presiones, sin estas preocupaciones.

Ahora ustedes podrían juzgarme y decir, que esto es imposible porque tal realidad no existe, razonamiento que puede ser bien sensato. Sin embargo, tanto como puede ser posible que no exista esta realidad puedo decir yo que es posible que si exista. Y para esto regreso al texto, porque las propias reflexiones de Woolf me sirven para resolver este asunto. 

La autora en el texto presenta tres elementos que por su alta divagación pueden pasarse por alto: el pasado, el presente y el cambio. Y es en estos tres elementos donde está lo fundamental para entender porque Woolf nos regaña por no atrevernos a escribir, por llenarlos de complejos y por ocuparnos de discusiones absurdas. Con respecto al pasado, Woolf nos relata cómo estamos ligados a él, nos expresa cómo la mayoría de nuestros pensamientos derivan de experiencias pasadas, como autores pasados forman autores presentes y cómo situaciones como la guerra también persisten impresas en la memoria. Con respecto al presente, nos expresa cómo este nos enfrenta a lo desconocido, con situaciones donde ambos sexos no saben cómo comportarse (como la propia lucha por la igualdad de la mujer), nos expresa como el presente es un reto a hacer algo distinto (como escribir, para las mujeres, como leer a mujeres en el caso de los hombres). Finalmente, con respecto al cambio, nos expresa como este nos abruma (cuando expresa su impresión sobre el cambio en los almuerzos antes y después de la cena), como este es la relación entre el pasado y el presente, y como este es la base de nuestro propio futuro. 

La autora misma reflejó lo poderosa que es la realidad en su escrito. Ella nos expone que todas las privaciones que hemos experimentado se esconden detrás de palabras, detrás de escritos, detrás de pensamientos, detrás de ideas, detrás de acciones que hemos hecho: pisar el césped, no pisar el césped, escribir, no escribir, hablar, callar, decir x o decir y cosas, etc. Pero todo ello no es inamovible, en realidad, todo ello es cambiable, porque todo ello es social. 

Los escritos cambian, los libros cambian al igual que cambian los pensamientos, las ideas, las acciones y las emociones de quienes los escriben, de quienes los leen y de quienes los inspiran. Los escritos de Shakespeare no son lo mismo ahora que antes y habrían sido distintos al tiempo, si algo hubiera sido distinto. Podríamos decir que el tiempo cambia, pero lo que cambia son las personas, son los hombres, son las mujeres, son los individuos, que cambian de era a era, de un país a otro, de una mente a otra. Por lo cual, esta realidad donde la valorización y el aprecio pueden gestarse, es una realidad que puede estar ya dada desde el cambio constante que ya ha tenido cada uno, desde el cambio que ya ha tenido el lenguaje y desde el cambio que ya ha tenido la sociedad. 

Simplemente nos hace falta abrir los ojos y empezar a actuar con ello. Por ello para mí su llamado de atención a la mujer donde el cambio ya ha sucedido pero parece que nosotros no nos hemos movido porque no lo creemos. Por ello también que para mí, más importante que el feminismo y el cambio social, sea el llamado de Woolf al cambio personal, a la liberación y expresión personal lo que hace valioso este texto, pues el cambio está donde quiera que veas, donde quiera que vayas, a diario, a minuto, pero que al final este cambio sea considerado aversivo o positivo, depende de cada uno, de cómo lo direccione, de cómo lo oriente, de cómo lo viva. Y por ello también que al final lo más importante sea: "ser uno mismo, más que cualquier cosa".